Equilibro entre trabajar y descansar: Misión posible

El descanso es la mejor recompensa del trabajo bien hecho.

Creo que el sector que más enseñanzas me ha dado ha sido el hotelero. En el afán de ser eficiente también me recuerdo buscando formas para poder descansar antes de que mi cuerpo gritara. Pero esto lo aprendí después de que ya mi cuerpo me había enviado ciertos avisos físicos y emocionales. Desde dolor en la lordosis lumbar hasta dolores de cabeza muy frecuentes.

Comprendí a puro dolor que el equilibrio entre el trabajo y el descanso es fundamental para nuestra salud y bienestar. Cuando estamos trabajando, nuestro cuerpo y mente están en un estado de actividad constante, lo que puede ser agotador y estresante. ¡Ah!, pero cuando nos tomamos un descanso, la cosa cambia y en ese instante nos permitimos relajarnos y recargar energías para continuar con nuestras tareas. Pero no todos en algún momento hemos estado preparados para este tema.

Soy una fan ferviente de Stephen Covey y aplicando la teoría del hábito 7, afilar la sierra representa ese tan merecido descanso que muchas veces no nos damos.

He aprendido la importancia de encontrar un equilibrio saludable entre el trabajo y el descanso a lo largo de mi vida.
Como alguien que siempre ha sido muy enfocada y orientada a las metas, a menudo me he sentido tentada a trabajar largas horas y sacrificar mi tiempo libre para lograr más cosas. Sin embargo, con el tiempo me di cuenta de que esto no solo era insostenible, sino también contraproducente para mi bienestar en general. A lo mejor me di cuenta un poquito tarde, mi columna y cadera ya se han visto afectadas por la falta de descanso y malas posturas en el área de trabajo. Pero como dicen; nunca es tarde si la dicha es buena.

Y de verdad que no sé cómo rayos pasos, pero cuando trabajamos en exceso y no nos tomamos el tiempo para descansar, podemos experimentar una serie de efectos negativos en nuestra salud física y mental. El estrés crónico puede causar problemas como dolores de cabeza, fatiga, ansiedad y depresión. Aunque no respetamos esto, trabajar demasiado también puede hacernos menos productivos y creativos, lo que puede afectar nuestra capacidad para hacer nuestro trabajo de manera efectiva. Y no solo el nuestro, sino el trabajo de los demás. No hay cosa más incomoda que un empleado quemado, se le olvidan las cosas, no lee sus correos, no programa a tiempo y anda corriendo, exige desmedidamente, comete errores y si tienes mala suerte ni pide disculpas o no intenta remediar sus áreas de opotunidad, más bien se escuda y no asume su responsablidad. No es su culpa, hay que cosas que no sabemos de ese miembro de tu equipo.
Muchas veces no somos conscientes del nivel de afectación que esto nos genera, especialmente si tenemos un equipo de trabajo. Por eso apuesto a la practica de la empatia con todos. No creo que alguien quiera ser así intencionalmente. En algunos casos la falta de descando tiene mucho que ver.

En mi experiencia, encontrar un equilibrio saludable entre el trabajo y el descanso ha sido una cuestión de establecer límites claros y ser consciente de mis necesidades personales. También puede ser una oportunidad para conectarnos con amigos y familiares, disfrutar de actividades que nos gustan y simplemente relajarnos.

Por ejemplo, he aprendido a establecer un horario de trabajo razonable y a respetar mi tiempo libre. También trato de asegurarme de que mi tiempo libre incluya actividades que me ayuden a relajarme, como escuchar música, bailar, pasar tiempo de calidad con mi esposo o amigos o hacer ejercicio. Especialmente correr y escuchar un podcast.

Muchas veces en el trabajo es un tema complicado, ya que cuando quieres tener hábitos que se ajusten a tu estilo de vida, el ambiente se torna incomodo.
Un caso particular, en una oportunidad como meta de nuevo año me propuse tener mejor estilo de vida y tiempo de calidad con mi pareja. Recién nos habíamos mudado juntos y había días que yo salía a las 6:00am a trabajar y regresaba a las 9:00pm sin ánimos de nada. Mi trabajo requería programas actividades muy temprano en la mañana, debido al sector que me desempeñaba. Es un caso muy particular.
A raíz de este evento, llegando repetidas veces tarde a la casa, mi pareja me hizo la observación y de inmediato hice un plan de acción, este plan además de las actividades que iba a implementar para mi descanso y bienestar físico, incluyó hacer partícipe a mi equipo de mi decisión de tener mejor calidad de vida y que me estaría retirando puntual a casa. Les expliqué como mi salud y relación se estaba viendo afectada. Para suerte mía, me di a entender.

El problema vino cuando los demás que no eran de mi equipo intentaban programar reuniones o actividades que afectara mi hora de salida, sabiendo yo que me comprometí a llegar 2 horas antes de mi hora oficial de trabajo para compensar cualquier falta. Sé que nadie me lo pidió, pero sentí que fui proactiva y estaba confiada que estaba dando más de mi misma. Me quedaba claro que mis horas productividad era en la paz de la mañana cuando no había nadie, y decidí aprovechar esta ventaja.

Los primeros días fui flexible y por complacer a líderes y compañeros seguía saliendo fuera de mi hora programada, hasta que me puse muy seria con el tema y tenía incluso alarmas para mi hora de salida. Tuve que hacer el compromiso conmigo misma y creérmelo. Conozco muy bien la diferencia entre un deseo y una meta. Yo no deseaba tener bienestar, yo me propuse bienestar y me puse feliz al imaginarme como sería mi vida con estos hábitos.

Luego se corrió la voz de mi alto nivel de organización y planificación, tanto para mi trabajo como para mi bienestar. Había días que yo misma me decía que la gente es muy falta de respeto, que no comprende que cada cual maneja una agenda diferente y que la falta de organización de otros no tenía que afectar la mía. A lo mejor por inmadurez, me daba coraje, pero lo trabajé internamente y entendí que recibes lo que eres, si eres desorden y caos vas a aceptar eso mismo de los demás. Salvo error de memoria mía, no recuerdo algún caso en particular en los que dejé de sacar mi trabajo ni apoyar a mi equipo de trabajo en su desarrollo.

Obviamente si se agregaba una tarea al final de la tarde, por requerimientos particulares, por mala comunicación o gestión de terceros, algunas veces me salté mi compromiso. En otras ocasiones, pedía ayuda a mis colegas o delegaba a mi equipo, era un deleite delegar en ellos. Tenía la confianza y la garantía de que me representarían mejor que yo misma, era recíproco.

Ahora bien, lo único que no era negociable para mí después de mi hora de trabajo eran mis citas de rehabilitación para la corrección de algunas lesiones. Me quedaba clarísimo que si me saltaba una cita era un día más de dolor y con dolor no era efectiva en el trabajo. Eso sí, al otro día me podían encontrar con todo el ánimo, fresquita y renovada para darlo todo ese día laboral. Y sé que mi líder inmediato también entendió esta necesidad y de mil maneras me apoyó.

Los efectos del exceso de trabajo: ¿Cómo afecta la salud física y mental?

A lo mejor estoy lloviendo sobre mojado, pero todo lo que he leído y visto recae una y otra vez en lo mismo.
No es ninguna novedad, el exceso de trabajo puede tener un impacto negativo significativo en la salud física y mental de una persona. vuelvo y lo repito, el exceso de trabajo puede tener un impacto negativo significativo en la salud física y mental de una persona, punto.

Veamos esto un poco más detallado:

Estrés: El estrés crónico es uno de los efectos más comunes del exceso de trabajo. Puede provocar insomnio, ansiedad, depresión, presión arterial alta, problemas digestivos y otros problemas de salud. Lo mismo de siempre.

Fatiga: Trabajar demasiado puede hacer que una persona se sienta constantemente cansada, lo que puede afectar su capacidad para concentrarse y tomar decisiones.

Problemas musculares y de postura: Si hubiese prestado más atención a esto antes. Pero bueno, seguimos. Estar sentado durante largas horas y realizar tareas repetitivas durante largos períodos puede provocar problemas musculares y de postura, como dolor de espalda, rigidez del cuello y lesiones por esfuerzo repetitivo. Eso de levantarse con dolores musculares todos los días puede tener mucho que ver. Pero como siempre, recomiendo consultar a tu médico.

Problemas de sueño: Mal dormido no piensa. Para mí la más despreciable de todas, como el chacal. No poder dormir y tener que ir a darlo todo al trabajo, como que no tiene chiste. Te acuestas para descansar del trabajo y no duermes pensando en el trabajo, ¡ay no! Eso no me gusta, no.

Problemas de salud mental: Y luego viene esta. Trabajar demasiado puede llevar a problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión. La sobrecarga de trabajo y la presión constante para cumplir con los plazos y las expectativas pueden provocar una sensación de desesperanza y desmotivación. De repente estas tan irritad@ y ni te das cuenta. Lo notan los demás, nadie te dice nada. Pero si tienes suerte alguien tiene la delicadeza de preguntarte qué te sucede y trata de ayudarte en vez de juzgarte y hablar a tus espaldas sobre tu brand new irritabilidad.

Problemas de relaciones personales: Y claro, ya estas irritad@ por todo, luego vienen otros temas con los seres queridos. El exceso de trabajo puede afectar las relaciones personales de una persona al hacer que tenga menos tiempo y energía para dedicar a amigos y familiares.

Aumento del riesgo de enfermedades crónicas: Y por si fuera poco, trabajar demasiado también puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes debido a la falta de tiempo para hacer ejercicio y preparar comidas saludables.

Consejos prácticos para encontrar un equilibrio saludable

Después de asustarte un poco con todo lo anterior, vamos a ver ¿Cómo establecer límites claros y ser consciente de tus necesidades personales? ¿Te parece?

Ya sabemos que este es un tema delicado, ahora vamos a ser proactivos y hacer algo al respecto. Para ello te comparto algunos consejos prácticos para establecer límites claros y ser consciente de tus necesidades personales.

Primero, vamos establecer prioridades
Determina qué es importante para ti y hazlo una prioridad. Esto puede incluir pasar tiempo con amigos y familiares, hacer ejercicio regularmente, practicar un pasatiempo o simplemente tener tiempo libre para relajarte y descansar.

Segundo, establecer límites
Es importante establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal. Establece horarios de trabajo definidos y evita trabajar fuera de ellos. También puedes establecer límites de comunicación, como no revisar el correo electrónico después de cierta hora.

En tercer lugar y una de mis favoritas, decir “no” a veces
Aprende a decir “no” cuando es necesario. No te sientas obligado a asumir más trabajo del que puedes manejar o comprometer tu tiempo libre por el trabajo. A veces, decir “no” es una forma importante de establecer límites y mantener un equilibrio saludable.

Luego, debemos aprender a delegar
Si tienes demasiado trabajo, considera delegar algunas tareas a otros. Esto puede incluir delegar tareas en el trabajo o en casa. Delegar tareas puede ayudarte a liberar tiempo para hacer las cosas que son importantes para ti.

Y por último, ser consciente de tus necesidades
Aprende a ser consciente de tus necesidades personales y de cómo te sientes. Si te sientes estresado o agotado, tómate un tiempo para relajarte y recargar energías. También es importante prestar atención a tu salud física y tomar medidas para mantener un estilo de vida saludable.

Todos me han funcionada. Confieso que actualmente tengo la paz para analizarlo y verlo de otra forma. Actualmente no trabajo para una empresa específica, tengo mi proyecto personal y apoyo a mi esposo con el de él.
Por lo que los niveles de exigencias han bajado, para nosotros lo más importantes es seguir disfrutando nuestro viaje por el mundo. Luego les escribiré sobre los retos de ser nómada digital y equilibrar los proyectos personales mientras viajamos.

¿Es importante esto para ti?

¿Es importante para ti hacer un esfuerzo consciente para encontrar un equilibrio entre el trabajo y el descanso?

Si aún no tienes la respuesta te presento a estos dos colaboradores; Ana y Luis, conozcámoslos:

Había dos empleados administrativos en un hotel de lujo llamado “Playa Dorada”: Ana y Luis. Ambos eran responsables de gestionar el departamento de reservas del hotel, pero tenían enfoques muy diferentes en cuanto a su tiempo y su bienestar.

Ana, la primera empleada, siempre se aseguraba de encontrar tiempo para descansar y relajarse. A menudo, salía a caminar durante su hora de almuerzo y se tomaba un tiempo libre para hacer yoga después del trabajo e ir al gym. También se aseguraba de tomar días libres los fines de semana para disfrutar de su tiempo libre y hacer actividades que disfrutaba, como ir al cine y viajar. Ana comprendía que necesitaba descansar y recargar energías para poder ser productiva en el trabajo.

Por otro lado, Luis, el segundo empleado, siempre se encontraba cansado y estresado. Él trabajaba largas horas en el hotel, a menudo no encontraba tiempo para comer adecuadamente y no hacía ejercicio regularmente. Luis creía que necesitaba trabajar largas horas para avanzar en su carrera y no quería tomar tiempo libre porque sentía que estaba retrasando su progreso.

Con el tiempo, Ana y Luis comenzaron a experimentar los efectos de sus diferentes enfoques en su salud y bienestar. Ana se sentía más productiva en el trabajo, tenía más energía y estaba en mejor forma física. Luis, por otro lado, comenzó a tener problemas para concentrarse y su rendimiento en el trabajo disminuyó. También comenzó a tener problemas de salud, incluyendo aumento de peso y fatiga crónica.

Un día, durante una reunión de equipo, Ana se dio cuenta de que Luis estaba luchando y le sugirió que se tomara un tiempo libre y se ocupara de su bienestar. Luis se resistió al principio, pero finalmente decidió tomar el consejo de Ana y comenzó a hacer cambios en su vida. Comenzó a tomarse tiempo libre para hacer ejercicio y para hacer actividades que disfrutaba. También comenzó a tomar descansos durante el día para recargar energías y se comprometió a establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal.

Con el tiempo, Luis comenzó a sentirse mejor y más energizado. Su rendimiento en el trabajo mejoró y se sintió más satisfecho con su vida en general. Ana y Luis aprendieron que encontrar un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal es importante para el bienestar general y que, a menudo, tomar descansos y hacer actividades que disfrutas puede aumentar la productividad y la felicidad en el trabajo y en la vida en general.

¿Con quien te identificas?

¿Cómo puedes aplicar estos consejos en tu propia vida y mejorar tu bienestar?

Mi mejor recomendación es que te tomes el tiempo para reflexionar sobre tus propias necesidades y prioridades en la vida. Procura pasar más tiempo a solas y tener conversaciones serias contigo. Haz una lista de las cosas que son importantes para ti y asegúrate de que estas cosas estén incluidas en tu vida diaria.
Además puedes intentar:
• Establece límites claros entre el trabajo y la vida personal. Aprende a decir “no” cuando sea necesario y delega tareas cuando sea posible.
• Dedica tiempo a actividades que te ayuden a relajarte y a recargar energías. Esto puede incluir ejercicios de relajación, meditación, lectura, tiempo al aire libre o pasatiempos creativos.
• Cuida tu salud física a través de una dieta saludable, ejercicio regular y suficiente descanso y sueño.
• Mantén una actitud positiva y aprende a manejar el estrés y la ansiedad de manera efectiva a través de la práctica de técnicas de manejo del estrés como la respiración profunda, la meditación o la atención plena.

Aplicar estos consejos en tu propia vida puede ayudarte a encontrar un ese tan soñado equilibrio.
Y como todos los cambios en la vida, esto no va a pasar de la noche a la mañana. Encontrar un equilibrio sostenible es un proceso continuo y puede requerir ajustes y adaptaciones a lo largo del tiempo.
Y te tengo buenas noticias, si te lo propones y trabajas intencionalmente en ese equilibrio, lo lograrás. Te doy mi palabra.

Descanso y trabajo

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