Cómo estructurar tu día para lograr tus objetivos personales

Ya pasó la fiebre de querer tenerlo todo bajo control para un nuevo año. Supongamos que ya conoces cuáles son tus metas para el año nuevo. Mi pregunta ahora es: ¿sabes cómo estructurar tu día a día para lograr todo lo que te propones? Y no me refiero a una meta específica, me refiero a saber mantener un equilibrio entre tú, tu familia, tu trabajo, tus relaciones. Ya sabes, todas las áreas de tu vida.

Lo que importa es que estés haciendo con tu tiempo algo coherente con lo que quieres que sea tu vida.

Jaime Rodríguez de Santiago – Kaizen

Lo pregunto ya que muchas veces plasmamos estupendas metas basadas en ideas y eventos que nos van pasando y tenemos la grandiosa mala costumbre de esperar un año nuevo para empezar a hacer esto. Sí, bajar de peso, obtener un mejor salario, terminar el libro que compraste hace mucho tiempo, sacar un pasaporte, buscar esa visa o hacer ese viaje.
En fin, un montón de cosas que desde un punto lo ves como macro, pero que para lograrlo te adelanto, hay que irse poquito a poco y no abrumarse con el gran pastel. No creo que te haga bien comerte de una sentada un bizcocho de 1 libra.

Y es por ello que quiero compartirte estas 6 recomendaciones, que si las pones en práctica intencionalmente, sin temor a equivocarme te ayudarán a estructurar tu día a día mejor para alcanzar tus objetivos personales. Pero antes de las 6 recomendaciones, te quiero regalar 2 súper poderes que necesitarás con cada recomendación. ¿Me acompañas?

Lo primero que recomiendo y que me ha funcionado en esta trayectoria de viajera y nómada digital no es precisamente tener un objetivo definido todo el tiempo o saber lo que voy a hacer en cada momento y blah, blah, blah. Y si estás por aquí, me atrevo a asegurar que no es tu primera vez queriendo salir a flote con algo, ya es terreno conocido.

¿Qué tal si en vez de querer tenerlo todo anotado y super detallado empiezas por ser flexible?

Súper poder 1: Ser flexible

Y con ser flexible no me refiero a que dejes para mañana todo lo que quieres hacer y que te conviertas en una persona inoperante. ¡No! Lo que quiero decir es que te trates un poquito mejor. Es muy importante que conozcas tus recursos, habilidades y conocimientos para que todos ellos entren en armonía y puedas ver resultados todos los días, incluso si decides tomarte un descanso.

Y es que cuando te permites ser flexible, entiendes que, si no tienes los suficientes recursos para alcanzar esa meta, en vez de estresarte lo correcto es que hagas un rejuego con tus otras habilidades y comprendas que no lo puedes hacer todo de golpe. Cuando tienes una actitud inflexible, no cooperas, te haces torpe y sufres. Y de eso no se trata la vida.

Aprendiendo a crear una actitud flexible

  • Escucha activa: Entender profundamente las situaciones y motivos que te rodean proporciona claridad antes de tomar decisiones o actuar.
  • Evita pensamientos absolutos: Mantén la mente abierta, alejándote de extremos que pueden limitar tu perspectiva y flexibilidad en la forma de pensar.
  • Vive en el momento presente: Conéctate con el “ahora”, experimenta cada situación auténtica y únicamente, lo que facilita la adaptabilidad ante los cambios.

Súper poder 2: Ahora sí, hablemos de objetivos

Tampoco te voy a decir que te montes un esquema con los objetivos SMART. No, no, no, deja eso para después. Vamos a empezar por parte. Aquí la idea es que eso que quieras lograr debe cubrir una necesidad muy tuya, muy personal. Y que tengas súper claro de qué trata ese objetivo, qué necesitas para lograrlo y quién te puede ayudar.

Si se te dificulta armar tus objetivos, mira esta sencilla dinámica:

  1. Hazte una lista con aquellas cosas que no te gustan o no te llevan a donde quieres estar. No importa el ámbito.
  2. A continuación, dale un giro en positivo y formula un enunciado que te invite a tomar acción.
  3. Luego, escribe cuándo ves eso pasando, en base a tu realidad. Juega un poco con tus fechas. No te olvides de ser flexible.
  4. Y por último, realiza una lista de tareas que impliquen ‘acción’, si no diaria, lo más frecuente y activamente posible.

A diferencia de las metas y objetivos en el trabajo, la flexibilidad va a depender bastante de los tiempos de entrega y tu capacidad de respuesta.

Por cierto, mi amiga Vanessa una tarde me escribió diciendo que después de tanto tiempo por fin había iniciado un año nuevo en paz, era la primera vez que no se afanaba en tener metas para iniciar un año.

Comprendí que el hecho de no haber hecho metas solo por sentirse presionada de hacerlo le dio más paz y claridad para sentarse a organizar sus metas desde la tranquilidad mental y no bajo el desorden que provoca la presión social y personal que nos abruma. Y de inmediato conecté con ese sentimiento, ya que justamente me había pasado lo mismo, no planifiqué absolutamente nada. No por no tener metas que cumplir, más bien porque de todos modos tengo en la mira mis objetivos ya que son la continuación de mi plan y propósito de vida y solo he tenido que desempolvar algunos archivos, pero ahí siguen activos. Voy por buen camino.

Aunque las metas personales pueden variar de tiempo en tiempo, lo digo porque si tu prioridad es tu trabajo y tener alto rendimiento y ya planificaste bajar de peso, pero para bajar de peso quieres llegar a casa temprano para hacer ejercicios o preparar tu cena, ya aquí se complica si sales tarde del trabajo y con un cansancio que no te quieres ni bañar. He pasado por ahí.

Cuando tenía planificado ir al gimnasio y llegaban con una tarea de último minuto justo antes de que me fuera, sentía una gran frustración. No era tanto por la tarea en sí, sino más bien por la falta de respeto al asignar tareas de último minuto a alguien que ya había agotado su jornada laboral y no podía más. Esa era mi reflexión en esos momentos.

Poco a poco fui manejando el tema y yo decidía si permitir que ese imprevisto me hiciera sentir mal o ir con el Flow. E ir con el Flow para mí significaban 2 cosas: Escuchar la tarea, de qué trabaja y agendarla para mañana. O tomarlo con calma, iniciar o hasta terminar la tarea y cambiar la dinámica del día. Si era ir al gimnasio, lo cambiaba por hacer estiramientos en casa o ver algún video breve de cardio. Con el tiempo aprendí que no puedo permitir que cualquier cosa me cause ciertos niveles de frustración, no es necesario llegar ahí. La inteligencia emocional fue crucial.

Nota para recordar

Los objetivos no necesitan alcanzarse todos al mismo tiempo. Especialmente, los objetivos personales que implican actividades diarias.

Si te das cuenta de que tienes tres grandes objetivos y apenas estás empezando en el mundo de la planificación, evita la tentación de querer lograrlos todos simultáneamente.

Si gustas puedes organizar tus metas de tal manera que, si hay una tarea común entre ellas, puedas reciclarlas y avanzar poco a poco.

Si decides enfocarte inicialmente en tu salud física, es probable que tu plan incluya mejorar tus hábitos alimenticios, aumentar la ingesta de agua, descansar adecuadamente, caminar y moverte más, así como hacer nuevos amigos con objetivos similares, entre otras cosas. Este objetivo y las tareas que lo respaldan deberían haber progresado un poco después de unas pocas semanas. En esta etapa, puedes comenzar a abordar el siguiente objetivo.

Si tu otro objetivo es mejorar tu salud financiera, habrás notado que al no comer fuera de casa con tanta frecuencia, prepararás más tu comida, consumirás menos alimentos chatarra, reducirás las visitas al médico y tus nuevas amistades preferirán reunirse en casa para cocinar algo que les guste. Si van al gimnasio, compartirán los gastos y notarás esos pequeños detalles que, si eres consciente de ellos, verás cómo ya no gastas tanto, lo cual significa que no tienes que empezar desde cero en tu nuevo objetivo financiero. ¿Me sigues?

Esa es la belleza de los objetivos personales: cuando avanzas y logras uno, observas cómo impacta en los demás. Por lo tanto, el mensaje que quiero que retengas aquí es que se trata de tu vida personal y tus objetivos, incluso si no lo percibes de esa manera, siempre estarán interconectados. Por eso es crucial que tengas una clara comprensión de lo que deseas y mantengas en tu mira esos objetivos.

Sé que me extendí un poco antes, pero no te preocupes. Después de aplicar los dos superpoderes mencionados anteriormente, las seis recomendaciones que comparto aquí resultarán más manejables.

Dado todo lo mencionado anteriormente, comparto contigo la primera recomendación: ¿Ya sabes lo que quieres? Has activado ese superpoder, así que:

Recomendación 1: Crea una lista de tareas

Con este primer paso, lo que harás es ordenar una lista con tareas diarias de acuerdo con ese objetivo que te propusiste.

Ojo: Además de considerar el tiempo, estamos hablando de energía. Es altamente recomendable organizar las tareas por importancia y completarlas lo antes posible. Podrías incluir las urgencias, pero estas se pueden reducir si se atienden las cosas importantes a tiempo. Sin embargo, entiendo que no siempre está bajo tu control. El entorno tiene una gran influencia en el logro de nuestros objetivos, ya sea el trabajo, la familia, los amigos, el gobierno, el clima, y muchos otros factores.

En este momento de tu objetivo, ¿qué tiene mayor prioridad: ¿dedicar media hora al gimnasio?, ¿preparar tu cena? o ¿quedarte hasta tarde en el trabajo solucionando problemas urgentes? La decisión es tuya.

Recomendación 2: Establece horarios

Flexibles pero consistentes. Si en la mañana te viene mejor hacer alguna actividad física, pues dale, si te viene mejor estudiar ese idioma, leer ese libro, aprender ese curso técnico, adelante pues. Si es en la tarde o en la noche, eso dependerá de ti. Alterna tus actividades de acuerdo con tu energía. Priorízate.

Recomendación 3: Hazme el grandísimo favor de descansar


No sé quién nos inculcó la nociva idea de que más y más y más es mejor. ¡No, señor! ¿Cómo se supone que tendrás la energía necesaria para alcanzar tus metas? Y cuando hablo de descansar, no me refiero únicamente al reposo pasivo, como dormir las horas necesarias o tomar siestas. También me refiero al descanso activo, como dar un paseo, disfrutar de un masaje relajante, bailar, etc. Ambas formas pueden contribuir a descansar la mente.

Recuerda, la idea no es estresarte cuando no puedas realizar algo que tenías planificado. Lo adecuado es darle la vuelta a la situación. Cumple con la tarea y asegúrate de tener energía física y mental para continuar en paz.

Recomendación 4: Aprende a decir no

Para algunos, una de las más difíciles; para otros, la más fácil. ¡Cuánto nos cuesta decirle a alguien que no! Y qué fácil es decir ¡sí! a todo y luego sufrir en silencio las consecuencias de ese sí. Como decimos en mi país, ¡ay, cañajo!

Señores, no hay que complacer a todo el mundo. Repito, no hay que complacer a todo el mundo. Vuelve a leerlo. Si no dispones de ese dinero, ¿por qué dijiste que sí? Si no tienes ese tiempo, ¿para qué dijiste que sí? Si no quieres o no te gusta hacer eso, ¿por qué dijiste que sí?

Cómo decir no: respuestas empáticas

¿Pero Margarita, cómo aprendo a decir no sin herir a mi interlocutor y no sentirme incomod@?

Para decir “no” de manera efectiva, sé claro/a y directo/a, utiliza un tono asertivo, ofrece explicaciones breves si es necesario y aprende a establecer límites sin sentirte culpable. Aquí te comparto algunas respuestas empáticas que puedes utilizar cuando quieras decir que no.

  1. En este momento, no puedo comprometerme a eso.
  2. Tengo otros compromisos en este momento.
  3. Mi carga de trabajo actual no me permite asumir más responsabilidades.

Recomendación 5: Elimina distracciones

Te lo juro, esa notificación de Instagram no se va a morir si no la respondes. A menos que las notificaciones de las redes sociales y responder sean parte de tu negocio, si no es así, tómalo con calma. Cosas como las notificaciones electrónicas, ruido ambiental, interrupciones frecuentes, procrastinación, personas, multitarea excesiva y desorganización son los enemigos de la consecución de objetivos personales.

Esas distracciones, reconócelas y abórdalas para que puedas ganarles antes de que te arruinen todo lo que quieres construir. Cero distracciones.

Recomendación 6: Evalúa, ajusta y celebra

Le digo el termómetro, ¿cómo va el asunto?

Es momento de verificar si estás bajando de peso, si tienes más energía, si te sientes mejor, si vas avanzado con tu libro, si ya conoces más palabras en ese idioma, si ya tienes tu vuelo reservado, o si estás progresando en tu entrenamiento para obtener un mejor puesto. Tú conoces tu termómetro, pero lo común es que, después de haber implementado ciertas acciones, observes algunos resultados con el paso del tiempo.

  • ¿No está funcionando? Entonces es momento de hacer ajustes.
  • ¿Está funcionando? Es tiempo de celebrar.

Reconoce y celebra tus éxitos, por pequeños que sean, ya que esto no solo te motivará, sino que también te ayudará a mantener un enfoque constante en tus metas a largo plazo.

Asignación

No importa que día sea hoy, te invito a que:

  • Tomes un lápiz y papel
  • Empieces por anotar las cosas que te gustaría cambiar
  • Hazte una breve lista de tareas
  • Inicia a programar tareas para lograr eso que te propones.
  • Realiza las tareas y me cuentas en lo comentarios
  • Pide ayuda si es necesario

Mensaje final

Todo lo que escribí anteriormente va a cambiar mucho dependiendo de tu estilo de vida. Sé que a lo mejor tienes una familia que mantener, unos estudios por terminar, un empleo muy delicado y que demanda mucho de ti o una relación que apenas acaba de iniciar o los recursos económicos andan escasos.

Mi objetivo no es que estés 100% de acuerdo conmigo, simplemente te invito a que pruebes y llegues a tus propias conclusiones. Si te funciona comparte y si encuentras otras mejores practicas, comparte también.

No te desanimes, siempre habrá una salida satisfactoria que se adapta a tu estilo de vida. Siempre y cuando tengas la actitud personal positiva para salir adelante, algo pasará a tu favor.

Un abrazo, Marguis.

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